domingo, 6 de julio de 2014

Capitulo 1 (¿Solo una Cita?)



Capitulo 1


- ¡Ya basta! 

- ¡Basta! ¡Déjame en paz! ¡Vete de aquí!–  Grito de frustración y le frunzo el ceño, pero no se ve afectado por eso. Solo sigue allí molestándome como siempre, esta vez mucho más molesto que antes.

- ¡Dije que te fueras!

- ¿Julieta? – Mi mamá entra en la habitación y hace una mueca al verme encaramada en el respaldo de la cama.
Ella saca al gato que se había acostado en la cama – Mi cama – y lo acuna entre sus brazos. Lanzo un suspiro de alivio al verme libre por fin del - Posiblemente gato del mismísimo Satanás -  y me dejo caer en la cama con toda la gracia que puedo, es decir con cero gracia.

- Gracias al cielo que viniste, ya se me estaban acalambrando las piernas.

- Julieta – Ella me mira severamente – Hasta el señor del edificio de al lado te podría haber escuchado con lo alto que gritabas.
Toda la sangre se apresura hacia mis mejillas al pensar que nuevamente hice una escena gritando como siempre. ¿Por qué siempre tengo que gritar?
Tal vez ya me quede sorda con lo alto que Sofi me habla cuando hablamos por celular.

- Estaba asustada – Le digo, ni siquiera entendía porque trajo al maldito gato aquí. ¿No podía solo dejarlo en la casa de la vecina o algo así?

- ¿Asustada? Pero si solo es un bebé, no podría hacerte nada.
Lo miro allí todo feliz y ronroneando mientras mi mamá lo balancea como a un verdadero bebé y juro que lo veo sonreírme como si me estuviera diciendo que no voy a ganar esta guerra.
Hablar con mi mamá sobre esto es como hablarle a una maldita pared. ¡Ella solo no me cree! Como si yo fuera solo a inventar algo así. 

Es solo que no entiendo porque no le caigo bien. Había estado acostada en la cama cuando él llego y solo se subió encima como si fuera de su propiedad, luego prosiguió a sisearme como si me estuviera echando de mi propia cama.
Comencé a intentar echarlo con una almohada, pero eso solo hizo que se acercara aun más. Fue entonces cuando perdí la paciencia y comencé a gritarle. 
Nadie me echa de mi cama. ¡Nadie!

Pero entonces comenzó a mostrarme los dientes y ahí fue cuando realmente me asusté. Empecé a retroceder y pronto estuve encaramada al respaldo de la cama con las piernas aferradas a ella.
Le estrecho los ojos intentando comunicarle telepáticamente que esto no se va a quedar así y mi mamá me mira como si estuviera estudiándome.

- ¿Acaso echas de menos pelear con alguien?
Saco mi celular de la mesita de noche contemplando prenderlo, pero sabiendo que no debo hacerlo.
- No sé de que estas hablando.
- ¿En serio?
- Si.
- Bien – Mi mamá sabe cuando no quiero hablar sobre algo, así que solo suspira y rápidamente cambia de tema – De todas formas, venía a decirte que vamos a ir al parque a ver qué tal.
- ¿Al parque?
- Si, el que vimos cuando pasamos en el auto.

Hace más de tres días que estamos arrendando un departamento en la playa, mi mamá logró convencer a papá de que estaba demasiado estresado y necesitaba relajarse, así que pidió unos días en el trabajo y aquí estamos. Gato incluido.

La playa no está lejos de casa. Solo a unas cuantas horas en auto, y tal vez podríamos haber ido más lejos pero mamá había estado preocupada por si alguno de sus pacientes necesitaba su ayuda, así que esta era la opción más viable.
- Está bien, solo voy a cambiarme de ropa.

Media hora después estoy mirando a todos los niños subirse a los juegos mecánicos. Hay una gran montaña rusa, un carrusel, una rueda de la fortuna y mucho otros juegos para niños más pequeños. Todos están gritando y riéndose tanto que el gato de mamá se puso nervioso mientras ella lo sostenía en sus brazos, así que se habían ido a pasar un rato en la playa. Logré convencerlos de quedarme un poco más para poder comprar algo porque muero de hambre. Miro las cosas que venden aquí y se me hace agua la boca. Todo tipo de dulces, jugos y helados de diferentes sabores.

Es como pienso que sería el cielo.

Solo faltaría mi celular para ser completa y absolutamente feliz. ¡Dios, necesito mi celular! Ni siquiera sé como he podido sobrevivir tanto tiempo sin él.

He estado casi 4 días enteros sin celular. ¡Cuatro días! ¡Toda una eternidad! Es totalmente extraño para mí que solo lo haya tenido por un par de semanas y ahora sea casi un suplicio permanecer tanto tiempo sin él.

Aun estoy pensando en esto y mirando hacia los dulces cuando veo una aparición. 
Tiene que ser una aparición, no hay forma de que este viendo esto aquí, ahora. Simplemente no está sucediendo. Todo esto de que hay una fuerza extraña que nos une a donde quiera que vayamos se está haciendo cada vez más plausible y, a decir verdad es un poco espeluznante.

Entonces como si él sintiera que lo estoy mirando, su cabeza se mueve en mi dirección y nuestros ojos se encuentran. No lo he visto en casi cuatro días, y es como si corazón se estuviera poniendo al día, saltando felizmente en mí pecho. Está apoyado en la parte donde están los autos chocones, su barbilla ensombrecida como si no se hubiera afeitado en unos días, está usando una polera azul sin mangas y la visión de sus brazos bronceados me quita el aliento.

Me quedo allí mirándolo hasta que creo ver un calor en sus ojos que he visto antes y no hace nada bueno con mi corazón.

Oh, no. Yo ya me voy de aquí.

Comienzo a retroceder para muy posiblemente correr de aquí y esconderme en el departamento, pero entonces mi espalda choca contra algo. Mis manos se mueven como para evitar desplomarme contra lo que sea con lo que acabo de chocar, pero es demasiado tarde. Escucho cosas caerse y entonces estoy cayendo también.

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#2.5 ¿Solo un beso?

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